¿Qué es el conocimiento de sí mismo?

Conociéndonos podremos verificar que más allá de todo aquello que le da forma a nuestra persona en la superficie como lo es un nombre, una nacionalidad, un partido político, una inclinación religiosa, un club deportivo, unas preferencias musicales, etc. Existe un campo sutil donde albergamos vacíos, condicionamientos, temores, contradicciones y preguntas sin responder que se procesan más allá de nuestra percepción cotidiana.
¿Es esto una religión?
El propósito del auto conocimiento es conectar al hombre con su realidad interna y con sus posibilidades de desarrollo. No obstante, sus procedimientos y metodología son muy diferentes a los de la religión tradicional.
El progreso en estos estudios no se da por aceptar o adherirse a una fe particular, por convertirse en miembro activo de un grupo o seguir fielmente los patrones establecidos por una autoridad externa.
Esta enseñanza más que un conjunto de creencias y normas de conducta nos presenta una serie de herramientas que solo adquieren validez y utilidad cuando se llevan a la práctica en el terreno de la experimentación personal.
Somos conscientes de que no promovemos una verdad, sino tan solo las pistas de un camino. Las orientaciones teóricas del trabajo interior son como una barca que luego podremos descartar una vez que nos halla llevado a la verdadera sabiduría.
¿Cuál es su origen?
El conocimiento de uno mismo es una ciencia universal. No tiene un origen o fundador, más si muchos exponentes. Ha estado presente en las enseñanzas de grandes sabios como Sócrates, Jesús, Buda, Lao Tse, Hermes, Confucio y en la de varios contemporáneos.
La enseñanza rescata los principios prácticos de las tradiciones milenarias que pueden ser aplicables y eficientes para producir una revolución y despertar en el hombre del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario